El testamento oral

Testamento oral y en casa en situaciones de emergencia

 Hacer testamento sin notario y en casa

1. EL Testamento nuncupativo.

El Códi­go Civil espa­ñol esta­ble­ce la posi­bi­li­dad de rea­li­zar tes­ta­men­to en situa­cio­nes de emer­gen­cia; esta­ble­ce cua­tro situa­cio­nes diferentes.

A este tes­ta­men­to se le lla­ma TESTAMENTO NUNCUPATIVO, lo que es lo mis­mo que decir que es un TESTAMENTO ORAL.

2. Tipos de testamento nuncupativo u oral.

Exis­ten cua­tro tipos de tes­ta­men­to nuncupativo:

  1. Tes­ta­men­to otor­ga­do en peli­gro inmi­nen­te de muerte.
  2. El tes­ta­men­to en caso de epidemia.
  3. El tes­ta­men­to mili­tar en caso de batalla
  4. El tes­ta­men­to marí­ti­mo en caso de naufragio.

3. El testamento otorgado en peligro inminente de muerte y el testamento en caso de epidemia.

A. El testamento otorgado en peligro inminente de muerte:

El Códi­go Civil, en su artícu­lo 700, esta­ble­ce que aquel que se ecuen­tre en peli­gro inmi­nen­te de muer­te, pue­de otor­gar tes­ta­men­to ante la pre­sen­cia de cin­co tes­ti­gos idóneos.

Este tes­ta­men­to tie­ne en común con el tes­ta­men­to en peli­gro inmi­nen­te de muerte:

  1. Su cla­si­fi­ca­ción como tes­ta­men­to abierto.
  2. Su cali­fi­ca­ción como tes­ta­men­tos nun­cu­pa­ti­vos (que vie­ne  a ser lo mis­mo que orales)
  3. Que tan­to el tes­ta­men­to otor­ga­do en peli­gro inmi­nen­te de muer­te, como el tes­ta­men­to en caso de epi­de­mia, se rea­li­zan en situa­cio­nes de urgen­cia y excepcionalidad.

Pero lo real­men­te impor­tan­te es que en ambos casos (tes­ta­men­to otor­ga­do en peli­gro inmi­nen­te de muer­te, y tes­ta­men­to en caso de epi­de­mia) tie­ne pocas for­ma­li­da­des para su otorgamiento.

B. Otorgamiento del testamento otorgado en peligro inminente de muerte

Como esta­ble­ce el artícu­lo 700 del Códi­go Civil ante cin­co tes­ti­gos idó­neos, de for­ma bre­ve, y sen­ci­lla, y sin más for­ma cons­ti­tu­ti­va que la testifical.

No requie­re la for­ma escrita.

C. El testamento otorgado en caso de epidemia.

El Códi­go Civil, en su artícu­lo 701 esta­ble­ce la posi­bi­li­dad de otor­gar tes­ta­men­to en caso de epidemia.

“Artículo 701.

En caso de epi­de­mia pue­de igual­men­te otor­gar­se el tes­ta­men­to sin inter­ven­ción de Nota­rio ante tres tes­ti­gos mayo­res de die­ci­séis años”.

Como el tes­ta­men­to otor­ga­do en peli­gro inmi­nen­te de muer­te es un tes­ta­men­to oral, sin for­ma escrita, 

En este caso se requie­re que se otor­gue en pre­sen­cia de TRES TESTIGOS MAYORES DE 16 AÑOS.

Para que éste tes­ta­men­to se pue­da otor­gar es nece­sa­rio que exis­ta una epi­de­mia decla­ra­da for­mal­men­te por la auto­ri­dad competente.

En el caso del Coro­na­vi­rus COVID-19, la decla­ra­ción tuvo lugar por la OMS el 11 de mar­zo de 2020, cali­fi­cán­do­la de PANDEMIA.

El RD 463/​2020 de 14 de mar­zo decla­ró el ESTADO DE ALARMA para la ges­tión sani­ta­ria moti­va­da por el COVID 19.

D. ¿Quien puede ser testigo?

El artícu­lo 681 y el 682 del Códi­go Civil esta­ble­cen que:

No pue­den ser testigos:

  1. Los meno­res de edad, a excep­ción del tes­ta­men­to en situa­ción de epi­de­mia y sean mayo­res de die­ci­seis años.
  2. Los que no entien­dan el idio­ma del tes­ta­dor (el que otor­ga el testamento).
  3. Los que carez­can de la capa­ci­dad civil por no estar en su “sano juicio”.
  4. Los here­de­ros y lega­ta­rios, cón­yu­ges o parien­tes de éstos has­ta el cuar­to gra­do de con­san­gui­ni­dad, segun­do de afi­ni­dad de tes­ta­men­to abier­to Notarial.
  5. Aque­llos que no saben o no pue­den firmar.

4. El procedimiento notarial posterior y obligatorio para acreditar su autenticidad.

Los tes­ta­men­tos en caso de peli­gro inmi­nen­te de muer­te, o en situa­cio­nes de emer­gen­cia sani­ta­ria como la actual, son inefi­ca­ces pasa­dos dos meses des­de que el tes­ta­dor haya sali­do del peli­gro de muer­te o haya cesa­do la epidemia.

Por tan­to, pasa­dos los dos meses el tes­ta­men­to no es váli­do, y el tes­ta­dor ten­drá que hacer nue­vo tes­ta­men­to, oló­gra­fo o ante el notario.

En el supues­to de que duran­te la vigen­cia del tes­ta­men­to otor­ga­do en caso de peli­gro de muer­te o en situa­cio­nes de epi­de­mia (los dos meses men­cio­na­dos), el tes­ta­dor falle­cie­ra, en los TRES MESES pos­te­rio­res al falle­ci­mien­to, los here­de­ros tie­nen que ini­ciar el pro­ce­di­mien­to de JURISDICIÓN VOLUNTARIA NOTARIAL (artícu­los 703 y 704 del Códi­go Civil).

El testamento en peligro inminente de muerte y el testamento en caso de pandemia no requieren la forma escrita

Somos un bufe­te de abo­ga­dos espe­cia­lis­ta en tes­ta­men­tos y herencias