INDEMNIZACIÓN POR ACCIDENTE LABORAL

cabecera
El accidente laboral
  • Con­cep­to de acci­den­te de trabajo.
  • Indem­ni­za­ción por acci­den­te laboral.
  • Segu­ros por accidente.
  • La obli­ga­ción de pro­tec­ción del empresario.
  • El dere­cho del tra­ba­ja­dor a la pro­tec­ción de su salud.
  • El autó­no­mo y el acci­den­te laboral.
  • Como actuar ante un acci­den­te laboral.
  • La indem­ni­za­ción.

A.      Que se con­si­de­ra acci­den­te de trabajo.

Acci­den­te de tra­ba­jo es toda lesión cor­po­ral, físi­ca o psí­qui­ca, que el tra­ba­ja­dor sufre con oca­sión o por con­se­cuen­cia del tra­ba­jo que rea­li­za por cuen­ta aje­na (para un empre­sa­rio), o por cuen­ta pro­pia (autó­no­mo).
Con carác­ter gene­ral, se pre­su­me, sal­vo prue­ba en con­tra­rio, que son acci­den­tes de tra­ba­jo toda lesión sufri­da por el tra­ba­ja­dor duran­te el tiem­po y en el lugar de trabajo.
Son con­si­de­ra­dos así acci­den­tes de tra­ba­jo los siguien­tes: (Lesión físi­ca, psí­qui­ca o enfermedad).

  • El “acci­den­te in iti­ne­re”, es decir, el que sufre el tra­ba­ja­dor al ir o al vol­ver al lugar de trabajo.
  • El “acci­den­te en misión” aquel sufri­do por el tra­ba­ja­dor en el tra­yec­to que ten­ga que rea­li­zar para el cum­pli­mien­to de su tra­ba­jo, así como el acae­ci­do en el desem­pe­ño de la mis­ma den­tro de la jor­na­da labo­ral. Este tipo de acci­den­te laboral
    se da en aque­llos casos en los que el tra­ba­ja­dor se des­pla­za al domi­ci­lio del clien­te, por ejem­plo, podría­mos citar la repa­ra­ción de cal­de­ras, ins­ta­la­cio­nes eléc­tri­cas, etc.
  • El sufri­do duran­te la rea­li­za­ción de tareas, que aun sien­do dis­tin­tas de su cate­go­ría pro­fe­sio­nal, eje­cu­te el tra­ba­ja­dor en cum­pli­mien­to de las orde­nes del empre­sa­rio, o rea­li­za­das de for­ma espon­tá­nea por el tra­ba­ja­dor en inte­rés del buen fun­cio­na­mien­to de la empresa.
  • Las enfer­me­da­des, no cata­lo­ga­das como enfer­me­dad pro­fe­sio­nal, que se con­trai­gan como con­se­cuen­cia de la rea­li­za­ción de la tarea profesional.
  • Las enfer­me­da­des pade­ci­das con ante­rio­ri­dad, que se agra­ven como con­se­cuen­cia del acci­den­te laboral.
  • Las enfer­me­da­des car­dio­vas­cu­la­res, hemo­rra­gias cere­bra­les o simi­la­res cuan­do se pro­du­cen como con­se­cuen­cia del trabajo.
  • Los sufri­dos con oca­sión o como con­se­cuen­cia del desem­pe­ño de car­go elec­ti­vo de carác­ter sin­di­cal, así como los acci­den­tes ocu­rri­dos al ir o al vol­ver del lugar en que se ejer­cen las fun­cio­nes que los son propias.
  • Los acae­ci­dos en actos de sal­va­men­to, o de natu­ra­le­za aná­lo­ga, cuan­do ten­gan cone­xión con el trabajo.
  • Son acci­den­tes de tra­ba­jo, los ocu­rri­dos con moti­vo de pres­ta­cio­nes per­so­na­les obli­ga­to­rias. Está inclui­da tam­bién la par­ti­ci­pa­ción en acti­vi­da­des elec­to­ra­les como pre­si­den­te o vocal de mesa electoral.

B. Indem­ni­za­ción en caso de sufrir un acci­den­te laboral.

Para que en LESIO​NES​COR​PO​RA​LES​.COM, poda­mos pedir una indem­ni­za­ción si has sufri­do un acci­den­te labo­ral y tie­nes lesio­nes, es nece­sa­rio que poda­mos demos­trar alguno de los siguien­tes supuestos.

  • Que no haya sido cul­pa del tra­ba­ja­dor com­ple­ta­men­te, es decir, que ten­gas el 100 % de la res­pon­sa­bi­li­dad del accidente.
  • Que exis­ta una fal­ta de for­ma­ción en mate­ria de pre­ven­ción de ries­gos laborales.
  • Que no se hayan esta­ble­ci­do medi­das de segu­ri­dad colec­ti­va o estas medi­das hayan sido insu­fi­cien­tes (redes de segu­ri­dad, etc.).
  • Que no exis­ta un plan de pre­ven­ción de ries­gos laborales.
  • Que no te hayan entre­ga­do las medi­das de pre­ven­ción indi­vi­dual (ropa, botas, cas­cos, guan­tes, etc.).
  • Que estés rea­li­zan­do tareas dife­ren­tes a las pro­pias de tu pues­to de trabajo.
  • Que estés usan­do máqui­nas o herra­mien­tas no homo­lo­ga­das, defec­tuo­sas, o sin man­te­ni­mien­to (ave­ria­das).
    Sólo surge la obligación de indemnizar cuando en la actuación empresarial se aprecia culpa o negligencia.
C. Seguros por accidente laboral.

Tene­mos que dis­tin­guir entre dos tipos de segu­ros: El segu­ro de res­pon­sa­bi­li­dad civil, que gene­ral­men­te las empre­sas tie­nen subs­cri­to, para hacer­se car­go de las indem­ni­za­cio­nes que deri­ven de un posi­ble acci­den­te de tra­ba­jo, y el segu­ro esta­ble­ci­do en con­ve­nio colec­ti­vo, no todos los con­ve­nios esta­ble­cen la obli­ga­to­rie­dad de sus­cri­bir un segu­ro de inca­pa­ci­dad a tu nom­bre, pero en  muchos, sí exis­te esa obli­ga­ción, y podre­mos recla­mar tam­bién esta segun­da indemnización.

D.      El deber general se seguridad e higiene en el trabajo.

El empre­sa­rio como titu­lar (due­ño) de los medios de pro­duc­ción, y por osten­tar la facul­tad de diri­gir y orga­ni­zar los pro­ce­sos de pro­duc­ción de bie­nes y ser­vi­cios, tie­ne que garan­ti­zar en la medi­da de lo posi­ble la pre­ven­ción de acci­den­tes y enfer­me­da­des.  O lo que es lo mis­mo, exis­te un deber gene­ral de segu­ri­dad e higie­ne y un deber de cum­plir la nor­ma­ti­va existente.

E.       El dere­cho del tra­ba­ja­dor a la pro­tec­ción de su salud.

Exis­te un dere­cho reco­no­ci­do a los tra­ba­ja­do­res a la segu­ri­dad e higie­ne, en el Esta­tu­to de los Tra­ba­ja­do­res, artícu­lo 4.2.d),  “los tra­ba­ja­do­res tie­nen dere­cho a su inte­gri­dad físi­ca y a una ade­cua­da polí­ti­ca de segu­ri­dad e higie­ne, y en el artícu­lo 19 del mis­mo tex­to, cuan­do esta­ble­ce que: “el tra­ba­ja­dor en la pres­ta­ción  de sus ser­vi­cios ten­drá dere­cho a una pro­tec­ción efi­caz en mate­ria de segu­ri­dad e higiene”.

F.       El autónomo y el accidente laboral.

El autó­no­mo tam­bién tie­ne dere­cho a obte­ner una indem­ni­za­ción por acci­den­te labo­ral siem­pre que haya soli­ci­ta­do tal cober­tu­ra en el pago de sus cuo­tas y esté al corrien­te de las mismas.
G.      Como actuar ante un acci­den­te laboral.
Ante el acci­den­te de tra­ba­jo se pue­den ini­ciar diver­sas actua­cio­nes ante dis­tin­tos Órde­nes Juris­dic­cio­na­les, y ten­drá que ser un exper­to el que valo­re cual es la mejor opción.
– Penal: median­te denun­cia bien a ins­tan­cia de par­te o de oficio.
– Admi­nis­tra­ti­va: median­te el levan­ta­mien­to por la Ins­pec­ción de Tra­ba­jo del Acta de Infrac­ción y la corres­pon­dien­te sanción.
– Labo­ral: median­te la ini­cia­ción del expe­dien­te sobre recar­go de pres­ta­cio­nes de res­pon­sa­bi­li­dad empre­sa­rial en mate­ria de pre­ven­ción por fal­ta de medi­das de segu­ri­dad, con carác­ter soli­da­rio o no
–  Labo­ral: en recla­ma­ción de daños y per­jui­cios deri­va­dos del acci­den­te de trabajo.

H.      La indemnización.

La fina­li­dad de la indem­ni­za­ción por daños es lograr “la ínte­gra com­pen­sa­ción de los mis­mos, para pro­por­cio­nar al per­ju­di­ca­do la ple­na indem­ni­dad por el acto daño­so” y esto sólo se con­si­gue si la indem­ni­za­ción que se fija es “ade­cua­da, pro­por­cio­na­da y sufi­cien­te para repa­rar o com­pen­sar los daños y per­jui­cios (daño emer­gen­te, lucro cesan­te, daños mate­ria­les y mora­les), que como deri­va­dos del acci­den­te de tra­ba­jo se acre­di­ten sufri­dos en las esfe­ras per­so­nal, labo­ral, fami­liar y social” .

No exis­te una nor­ma que esta­blez­ca la indem­ni­za­ción que un tra­ba­ja­dor debe reci­bir por un acci­den­te labo­ral eso sí, la indem­ni­za­ción  alcan­za­rá sin limi­ta­ción los daños y per­jui­cios que se acrediten.
Es habi­tual que los órga­nos judi­cia­les acu­dan ana­ló­gi­ca­men­te, como posi­bi­li­ta el Art.4.1 del Códi­go Civil, a otras nor­mas del orde­na­mien­to jurí­di­co que ante deter­mi­na­das secue­las o daños esta­blez­can unos módu­los indem­ni­za­to­rios (como el Bare­mo con­te­ni­do en el Real Decre­to Legis­la­ti­vo 8/​2004, de 29 de octu­bre, por el que se aprue­ba el tex­to refun­di­do de la Ley sobre res­pon­sa­bi­li­dad civil y segu­ro en la cir­cu­la­ción de vehícu­los a motor).

A tener en cuenta:

  1. Exis­te un solo daño que hay que com­pen­sar sin per­jui­cio de las dis­tin­tas recla­ma­cio­nes que se pue­den inter­po­ner (admi­nis­tra­ti­va, penal o laboral).
  2.  Exis­te un lími­te en la repa­ra­ción del daño para evi­tar enri­que­ci­mien­tos injus­tos. La indem­ni­za­ción debe­rá ser ade­cua­da, pro­por­cio­na­da y suficiente.
  3. Se tie­ne dere­cho a indem­ni­za­ción en los casos de muer­te, lesio­nes per­ma­nen­tes (inva­li­dan­tes o no), e inca­pa­ci­da­des  temporales.
  4. La indem­ni­za­ción cubre las lesio­nes, y todos los gas­tos de asis­ten­cia médi­ca, far­ma­céu­ti­ca y hos­pi­ta­la­ria, en la cuan­tía nece­sa­ria para la cura­ción o con­so­li­da­ción de las secue­las. Todos estos gas­tos deben estar debi­da­men­te jus­ti­fi­ca­dos (su pres­crip­ción y su gas­to –fac­tu­ras-).
  5. No solo tie­nen dere­cho a la indem­ni­za­ción los lesio­na­dos, sino tam­bién los per­ju­di­ca­dos, enten­dien­do a estos últi­mos como los fami­lia­res del acci­den­ta­do en los supues­tos de fallecimiento.
  6. No espe­re has­ta que la ase­gu­ra­do­ra de su empre­sa  le haga una ofer­ta de  indem­ni­za­ción para con­sul­tar con un abogado.
Cuanto antes actuemos en el procedimiento y antes tenga el mejor asesoramiento, más probabilidades tiene de conseguir la máxima indemnización.
Si ha sufrido un accidente laboral, contacte con nuestros abogados y le garantizamos la máxima calidad y profesionalidad, además de garantizarle la máxima indemnización que le corresponde:
Nuestro teléfono 91 833 50 51
Ahora también nos puede contactar por Whatsapp a través del 639 140 654