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Cancelar el usufructo por fallecimiento

Por Car­va­jal del Rey 13 de abril de 2020

Fallecimiento del usufructuario

 

Cuan­do falle­ce el usu­fruc­tua­rio de una vivien­da, o inmue­ble en gene­ral, se pro­du­ce la can­ce­la­ción auto­má­ti­ca del usufructo.

El nudo pro­pie­ta­rio pasa a ser el pro­pie­ta­rio en todo dere­cho, tan­to de pro­pie­dad, como de uso y dis­fru­te del inmueble.

A par­tir de ese momen­to, el nudo pro­pie­ta­rio, aho­ra pro­pie­ta­rio en sus dos ver­tien­tes (pro­pie­dad y uso), podrá dis­po­ner del inmue­ble libremente.

 

¿Qué es el usufructo?

El usu­fruc­to se regu­la en el Códi­go Civil espa­ñol en su artícu­lo 467 que establece:

“Artícu­lo 467.

El usu­fruc­to da dere­cho a dis­fru­tar los bie­nes aje­nos con la obli­ga­ción de con­ser­var su for­ma y sus­tan­cia, a no ser que el títu­lo de su cons­ti­tu­ción o la ley auto­ri­cen otra cosa”.

Definición de usufructo:

El usu­fruc­to de un bien inmue­ble es un dere­cho real, que per­mi­te al usu­fruc­tua­rio dis­fru­tar del inmue­ble ajeno con la obli­ga­ción de con­ser­var su for­ma y sus­tan­cia, esto es, sin alterarlo.

Definición de usufructuario:

El usu­fruc­tua­rio será aque­lla per­so­na que osten­ta el dere­cho real.

Definición de nudo propietario:

El nudo pro­pie­ta­rio es el pro­pie­ta­rio del bien mien­tras exis­ta el usufructo.

Cancelación registral del derecho real de usufructo

 

El nudo pro­pie­ta­rio podrá, a par­tir del falle­ci­mien­to del usu­fruc­tua­rio, can­ce­lar el dere­cho real de usu­fruc­to pre­sen­tan­do ante el Regis­tra­dor de la Pro­pie­dad la ins­tan­cia soli­ci­tan­do la cancelación.

El úni­co requi­si­to de la ins­tan­cia es que debe tener la fir­ma legitimada.

No es nece­sa­rio otor­gar escri­tu­ra públi­ca, bas­ta la legi­ti­ma­ción de la fir­ma, ante nota­rio, o ante el pro­pio Regis­tra­dor de la Propiedad.

La legi­ti­ma­ción de la fir­ma ante el Regis­tra­dor de la Pro­pie­dad es GRATUITA.

La ins­crip­ción de la can­ce­la­ción sí tie­ne cos­te, corres­pon­dien­te a las tari­fas ofi­cia­les de los Regis­tros de la Propiedad.

La liquidación del impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentales o el Impuesto de Sucesiones en su caso.

 

Una vez se ha obte­ni­do la legi­ti­ma­ción de la fir­ma en la ins­tan­cia de pre­sen­ta­ción, ya sea ante nota­rio o ante el regis­tra­dor de la pro­pie­dad, es nece­sa­rio liqui­dar el impues­to que corres­pon­da ante la Agen­cia Tri­bu­ta­ria autonómica.

  • Impues­to de Trans­mi­sio­nes patri­mo­nia­les si la nuda pro­pie­dad se adqui­rió por compraventa.
  • Impues­to de Suce­sio­nes si la nuda pro­pie­dad se adqui­rió por heren­cia o donación.

De vuelta al Registro de la Propiedad una vez liquidados los impuestos

 

Una vez liqui­da­dos los impues­tos vol­ve­re­mos al Regis­tro de la Pro­pie­dad, don­de presentaremos:

  • La ins­tan­cia con fir­ma legitimada.
  • El impues­to liquidado.
  • El cer­ti­fi­ca­do de defun­ción original.
  • La escri­tu­ra de titu­la­ri­dad del bien inmueble.