El desempleo permite la reducción de la pensión de alimentos

La recien­te Sen­ten­cia del Tri­bu­nal Supre­mo de fecha 15 de julio de 2015, vie­ne a recor­dar que ante una situa­ción de difi­cul­tad eco­nó­mi­ca hay que exa­mi­nar el caso con­cre­to. Lo nor­mal será fijar siem­pre en supues­tos de esta natu­ra­le­za un míni­mo que con­tri­bu­ya a cubrir los gas­tos reper­cu­ti­bles más impres­cin­di­bles para la aten­ción y cui­da­do del menor, y admi­tir sólo con carác­ter muy excep­cio­nal, con cri­te­rio res­tric­ti­vo y tem­po­ral, la sus­pen­sión de la obli­ga­ción, pues ante la más míni­ma pre­sun­ción de ingre­sos, cual­quie­ra que sea su ori­gen y cir­cuns­tan­cias, se habrá de acu­dir a la solu­ción que se pre­di­ca como nor­mal, aún a cos­ta de un gran sacri­fi­cio del pro­ge­ni­tor alimentante.IMG_4987

Por ello, ante situa­cio­nes de pre­ca­rie­dad abso­lu­ta, de pro­ge­ni­tor insol­ven­te que no pue­de aten­der a sus pro­pias nece­si­da­des, la pen­sión de ali­men­tos pue­de redu­cir­se e inclu­so, sus­pen­den­der de mane­ra excep­cio­nal y temporal.